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28.3.24

11 DE Junio DE 2010 | CÓMO ESTIMULAR LA LECTURA

Cómo contar cuentos

El entusiasmo a la hora de relatar historias ayuda a crear imágenes y a configurar la inventiva de los niños al leer.

Los padres debemos saber cómo contar historias y cuentos infantiles, es muy importante respetar la edad en la que se encuentran los niños y adecuar las narraciones a su capacidad de comprensión. Desde tiempos remotos y en todas las culturas, los cuentos e historias se han relatado a los niños favoreciendo la estimulación de la inteligencia, el lenguaje, la imaginación, etc. Pero si además respetamos los patrones sobre cómo contar historias y cuentos infantiles a los niños, lograremos que estos beneficios se incrementen significativamente.

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Para Rocío, contar cuentos es un primer paso para motivar la lectura
Las historias y cuentos infantiles para niños de 0 a 12 meses deben ser narrativas breves y rítmicas, ya que hay que tener en cuenta que las capacidades del pequeño están todavía muy limitadas y la atención, el entendimiento del mensaje o la comprensión son aspectos todavía complicados. Por ello el cuento o historia debe ser muy breve, debemos centrarnos exclusivamente en el ritmo como herramienta para poder captar la atención del bebé. Las expresiones faciales, los movimientos que realizamos y la entonación que adoptamos, facilitarán despertar la curiosidad y el deseo de entendimiento del niño.

El segundo periodo se situaría entre los 12 y los 24 meses de edad, en este periodo debemos relatar cuentos o historias que animen a los niños a utilizar palabras e intentar expresarse mejor. Deben ser narraciones en las que introduzcamos alguna palabra nueva explicando su significado e invitando al niño a repetirla, un ejemplo podrían ser los cuentos cantados, ritmo y melodía se unen para mejorar la memoria del pequeño logrando retener las nuevas palabras.

Sean historias o cuentos infantiles, es recomendable que se trate de narrativas sencillas y muy cercanas, y preferentemente utilizando escenarios conocidos por los niños, deben ser cuentos personalizados. Si se tienen animales de compañía como un perro o un gato, se pueden incluir situaciones que haya vivido, juguetes o los juegos que más le gusten… se puede comenzar la historia con “había una vez un gatito, o un perrito que…” Utilizando estos conceptos se logra que los niños asocien y relacionen vínculos de las cosas cotidianas o habituales que ve con la historia, logrando que su inteligencia y su imaginación se desarrollen con más facilidad. Hacia los 24 meses de edad la capacidad de comprensión se ha incrementado significativamente y podemos comprobar que disfruta enormemente con los cuentos e historias infantiles que les contamos.

Evidentemente, las historias, su inicio, desarrollo y final deben seguir un esquema sencillo y habitual que los niños puedan comprender fácilmente, por eso es interesante que en cada historia no intervengan muchos personajes o escenarios. También resulta interesante que los personajes que aparezcan en la narración estén claramente definidos, un superhéroe, un payaso, un personaje malo, etc. Recuerda que no deben ser historias o cuentos largos, los especialistas recomiendan en estas edades no superar los 7 minutos de historia, tiempo medio que los pequeños prestan atención con interés, cuando se supera este límite es posible que deje de prestar atención aburriéndose y el cuento o historia no logre su cometido.

A partir de los 36 meses de edad, ya podemos comenzar a leer cuentos y contar historias relativamente largas, el niño ha adquirido mayor vocabulario y su nivel de comprensión permite que centre su atención en lo que le narramos. Debemos introducir nuevos elementos en las historias, elementos que faciliten el desarrollo de la inteligencia y donde la capacidad deductiva permita al pequeño hallar la solución a un dilema sencillo.

En las historias y cuentos también pueden intervenir personajes familiares del entorno del pequeño, tíos, primos, abuelos…, de este modo contribuimos a que conozca y defina cada persona de su entorno social que le proporciona cariño y le presta atención. La reacción será la de centrar más su atención en estas personas cuando le visiten y hablen con él. En esta edad seguiremos manteniendo una trama de historia o cuento sencilla, pero con un tiempo mayor, en torno a los 10 minutos.


Saber cómo contar historias y cuentos infantiles es algo que beneficiará enormemente a los niños y gratificará a los padres, ¿qué padre no ha disfrutado contando un cuento a sus hijos? Finalmente queremos recordar el estudio del psicólogo infantil Richard Woolfson, a los niños de entre 3 y 4 años les gustaría que sus papás les leyeran más cuentos infantiles. Es interesante destacar que las historias y cuentos infantiles son además un primer paso para motivar la lectura infantil.


Rocío Brescia es especialista de Fundación Leer



Por Rocío Brescia
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