Este período no sólo debe ser un recorte significativo de la realidad donde el niño conocerá al jardín de infantes como espacio físico, social y temporal o como una etapa indagatoria para arribar al diagnóstico, sino que también deben intervenir los propósitos y los objetivos del docente, para poder reconocer los saberes previos y lograr a través de una selección coordinada de contenidos y estrategias, actividades acordes al período inicial y así obtener una “ visión” de la continuidad en los demás proyectos del año lectivo.
Se debe tener en cuenta la comunidad en que esta inserto nuestro centro educativo, para que todos puedan integrarse y participar de las propuestas institucionales, promoviendo vínculos, integrando intereses, para lograr desarrollar sentimientos de pertenencia a través de pensamientos que nacen en cada uno de los actores que intervienen en el proceso de acomodación al nuevo espacio y poder mejorar la calidad educativa.
Objetivos generales y específicos
Desde la Institución: Conocer y analizar el bagaje cultural-social de los niños y su familia, su entorno e historias para integrarlas en el proyecto educativo.
Lograr equilibrio entre las relaciones interfamiliares (recibir y brindar información)
Generar un marco afectuoso y de confianza entre los padres y la Institución.
Desde el docente: Crear confianza y seguridad en el niño para que se quede y acepte permanecer en el jardín de infantes.
Ofrecer conocimientos simples de costumbres y rutinas de nuestro establecimiento.
Promover una relación fluida con los padres.
Contribuir en la formación de hábitos, higiene y cortesía.
Desde el niño: Logre independencia en los desplazamientos por el jardín de infantes.
Exprese sus sentimientos y emociones a través del juego.
Interactúe con pares y adultos.
Se integre en la vida institucional y participe en forma activa y solidaria en la misma.
Exprese sus ideas a través del lenguaje verbal y no verbal.